lunes, 12 de mayo de 2008

...y media

Lo raro de habermelo encontrado en la calle no fue el encuentro en sí (aunque debo admitir que siempre me sorprende encontrar en la calle a personas de un ámbito específico) sino lo que pasó. Por empezar, me reconoció no solo por mi nombre sino por "el trabajo". Es decir, mi sector y por qué tuvo que ir a mi oficina unos días antes. "Vos sos la que tuvo X problema con la PC". Era exactamente yo.

No me acuerdo si venía de la casa o si iba a la casa, no es importante. Estuvimos un rato hablando hasta que empecé a despedirme porque se me estaba haciendo tarde y el diálogo que atrasó la despedida oficial fue de lo más sorpresivo, más que todo lo anterior.

Alejo: ¿Ya te vas? Bueno, nos vemos. Es lindo verte así.
Blanca: ¿Así cómo?
A: Así, fuera del trabajo. Estás más linda y todo.
B: Bueno, gracias, pero no creo. Mirá la hora que es y estuve afuera todo el día... no me parece que pueda estar ni un poquito más linda sino todo lo contrario.
A: Como digas, para mi sí.
B: Jajaja... Gracias.
A: No hay de qué.

No dejó de sonreir, me dio un beso en la mejilla y se fue. Al día siguiente, como esperaba, me llamó al interno de la oficina a media mañana.

1 comentario:

Silvina dijo...

Qué copado el pibe!
No te tires tanto abajo! Si te sigue halagando, disfrutalo.


Saludos!