jueves, 17 de abril de 2008

Los regresos posibles II

Desde que lo ví en el negocio hasta hoy, estoy buscando una forma de hacer que se entere que soy yo, la de los mails, la amiga de internet. Tiene que haber una forma que no sea decírselo porque no me animo. Sé que si me planto frente al mostrador y le digo "Hola Lisandro, soy Blanca Loser ¿te acordás de mi?" me voy a poner roja como un tomate y me voy a tener que ir corriendo.

Odio ser así de tímida para estas cosas. No sé por qué no podré ser igual de extrovertida que para todo lo demás, no puedo ser tan insegura. Si sé que lo único que quiero de él es que me conozca y hacer lo que sea necesario: cerrar la historia que empezó y no terminó hace años o continuarla, pero no dejarla así ahora que se me presenta la oportunidad. El problema es que no me sale. Me conozco y sé que me voy a quemar el cerebro pensando miles de planes imposibles para que se entere que soy yo.

3 comentarios:

LGS dijo...

Me alegra que hayas vuelto a escribir. Entraba seguido y siempre estaba el mismo post... pensé que no volvías.
Gracias x entrar a mi blogg!

A!

Tomás Cabado dijo...

nos pasa a TODOS!!!

Silvina dijo...

Y al final vas a perder el tiempo pensando... yo actuaría de una, así no me como el garrón de alargar el tiempo sientiéndome mal, si tiene que terminar o empezar algo, sabelo ya!!

Exitos en eso!


Animarse a más, diría Pepsi (?)